miércoles, 18 de mayo de 2011

Sendero nº 4: Otal: Los valles de Bujaruelo I.

Bujaruelo es un magnífico valle del Pirineo oscense, donde nace el río Ara, que está al oeste del valle de Ordesa. Si bien no está incluido en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido porque pasan por allí las líneas de alta tensión, tiene paisajes tan bellos como su valle hermano. 


Muchos años atrás, el valle estuvo habitado. Se tiene constancia de que ya en 1150 se construyó el Hospital de San Nicolás, por la Orden de los Hospitalarios. Actualmente, aparte del puente románico, puede verse las ruinas de la iglesia y el Mesón-Hospital, que ha sido destruido y reconstruido en numerosas ocasiones.

Para llegar al valle de Bujaruelo, tenemos que dejar atrás Torla en dirección al valle de Ordesa. Pero, pasado el Puente de los Navarros (que es donde está la entrada al Parque Nacional), giraremos a la izquierda, por una pista que acompaña al río Ara. Es una garganta  estrecha en la que desemboca el Barranco de Sopeliana, que baja de las alturas del Mondarruego. 
Tras casi 4 km., llegaremos a la pradera de San Nicolás de Bujaruelo, donde se encuentra el camping y el refugio.  Es el sitio adecuado para dejar el vehículo y poder proseguir andando por el itinerario que hayamos escogido. Las dos más conocidas (y fáciles) nos llevarán hacia el Valle de Otal y el Valle de Ordiso, por lo que iniciaremos el comentario de las mismas, desde la pradera de San Nicolás de Bujaruelo, justo al lado del puente románico. Hoy os vamos a proponer el sendero de Otal.


Pasado el refugio de Bujaruelo, tomamos el camino que sale por detrás, dejando el puente románico a la derecha, sin atravesarlo. Enseguida llegaremos a la barrera que impide que la circulación rodada continúe por la pista. Y, en unos 20 minutos, encontraremos la fuente que nos señala el desvío entre el camino de Ordiso (que os ofreceremos próximamente), y el de Otal.Nosotros cogeremos hoy éste, el de la izquierda.
Mirando hacia el noroeste podréis ver los picos de Ordiso (2.320 m) y Asperillo (2.355 m). Al fondo, dirección norte divisamos el Vignemale (3.300 m). 


Poco a poco iremos ascendiendo por la pista en un zigzag prolongado, que nos llevará hasta la misma entrada del valle. Por el camino vislumbramos la magnífica naturaleza que nos rodea, estamos rodeados por impresionantes montañas pero el valle es tan amplio ahora que da una gran sensación de paz. Tras una hora de recorrido desde el desvío, llegamos a la entrada del valle de Otal. La vista es fantástica y ese puede escuchar el silencio. Al fondo del valle plano y sin árboles, contemplamos la especial silueta de la cumbre del Tendeñera, de 2.853 m.
En la pradera que rodea el valle, en primavera, encontraremos orquídeas, gencianas y otras  flores de montaña. En cuanto a la fauna es posible encontrar sarrios (rebecos) y marmotas. Los rebecos los localizaremos por las estribaciones de los picos, por encima del arbolado. Las marmotas están a lo largo de toda la pradera, entre zonas de piedras. Si camináis en silencio puede que se dejen ver; si no, oiréis sus silbidos avisando a sus congéneres para que se escondan.


A la hora y media más o menos (siempre tomando la referencia desde el desvío de la fuente) llegaremos al final del valle. Hay una cabaña de pastores y, en sus alrededores, os podéis tomar un descanso y gozar del espléndido paisaje que os rodea. El regreso se hace por el mismo camino, pero con la diferencia de que la duración es menor, porque vamos cuesta abajo. 

Distancia desde San Nicolás: 6km
Tiempo Estimado: 3 h 30 min..
Ida: 2 horas
Vuelta: 1 h. 30 min
Dificultad: Baja
Elementos que merecen la pena:
  • Vistas
  • Flores
  • Fauna (Marmotas y Sarrios)
  • Puente románico

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